La clave para hacer un gran cambio es hacer uno pequeño primero. Esto tiene que ver con la inercia. Si deseas trasnformar tu vida rápidamente y sin esfuerzo, aprovecha el poder de hacer pequeños cambios.
A menudo nos quedamos atascados con la idea de tener que hacer un gran cambio en nuestras vidas, y parece abrumador, así que no hacemos nada. Solo deseamos, esperamos y esperamos. O podemos estar atrapados en una rutina muy cómoda. El truco consiste en darse cuenta de que la fuerza de la inercia (la tendencia de los cuerpos en reposo a permanecer en reposo) te mantendrá exactamente donde estás a menos que hagas algo. Ese algo ni siquiera tiene que estar relacionado con lo que quieres.
Probablemente has oído hablar de tomar una gran meta y dividirla en pequeños pasos. Esta es una gran idea, pero a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar, qué paso dar. Lo que quizás no te des cuenta es que cualquier pequeño cambio conduce a más cambios. Solo haz algo diferente.
- Usa una remera roja en lugar de blanca.
- Tome una ruta diferente al trabajo.
- Come en un restaurante diferente.
- Toma té en lugar de café.
Cualquier cambio servirá. Esto funciona porque te despega y entra en el modo de cambio. El impulso lo pondrá en marcha y, antes de que te des cuenta, estarás haciendo cambios cada vez más grandes con relativamente poco esfuerzo. Esta técnica te permite saltarse la parte difícil de reunir suficiente motivación, fuerza de voluntad o coraje para abordar una gran meta, proyecto o cambio.
Uno de los objetivos que me propuese mensualmente, es probar o hacer algo que nunca he realizado en mi vida. Por ejemplo, algo simple, siempre elijo los mismos sabores de helado o como lo mismo, así que pruebo nuevas comidas y nuevos sabores.
Anímate a comenzar a realizar estos pequeños cambios y verás que te será muy fácil adquirir nuevos hábitos, en especial, cambiar hábitos que no son buenos para tí por otros que te beneficien y contribuya a tu bienestar general.